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92 millones de empleos en riesgo, pero la realidad es más compleja: por qué el alarmismo sobre la IA puede estar perjudicando más que ayudando

15 de julio de 2025 | por Matos AI

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Mientras los titulares internacionales avivan el debate sobre el "apocalipsis laboral" causado por la IA, Brasil registra la tasa de desempleo más baja de su historia. Esta paradoja revela algo fundamental: quizás estemos abordando el problema equivocado.

En las últimas 24 horas, una avalancha de noticias sobre inteligencia artificial ha pintado escenarios que van desde catastróficos a revolucionarios. La OCDE estima que 25% de los empleos mundiales enfrentan un grave riesgo de obsolescencia., mientras Expertos brasileños sostienen que la sustitución masiva “aún llevará tiempo”.

Pero ¿nos estamos haciendo las preguntas correctas? En medio de esta cacofonía de predicciones, surge una reflexión más profunda: el futuro del trabajo no se definirá únicamente por las capacidades técnicas de la IA, sino por cómo decidamos integrarla en nuestro tejido social y económico.


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La paradoja de los números: 92 millones perdidos, 170 millones creados

EL El Foro Económico Mundial predice la eliminación de 92 millones de empleos para 2030, pero la creación de 170 millones de nuevos.Este balance positivo de 78 millones de empleos debería ser motivo de optimismo, no de pánico.

Pero aquí está el quid de la cuestión: La transición no será automática ni indolora. Como observa el neurocientífico Álvaro Machado Dias, “La sustitución de empleos por IA tardará varios años en manifestarse estadísticamente”.

Esta perspectiva temporal es crucial. No hablamos de una revolución repentina, sino de una transformación gradual que, si se gestiona bien, puede ser más una oportunidad que una amenaza.

El caso brasileño: realismo vs. alarmismo

Brasil ofrece un laboratorio interesante para comprender esta dinámica. Con un desempleo de 6,6% en 2024 —la tasa más baja de la historia— y las proyecciones de disminución para 2025, nuestro mercado laboral muestra resiliencia incluso en medio de la revolución tecnológica.

Aún más revelador: Encuesta de Ipsos indica disminución en temor de los brasileños a pérdida de empleos debido a IAEsto sugiere que el público está empezando a darse cuenta de que la narrativa apocalíptica puede no reflejar la realidad.

El propio Machado Dias señala que “En Brasil, las restricciones impuestas por los consejos profesionales limitan la entrada de profesionales, lo que sugiere que los beneficios de la IA pueden reflejarse más en la reducción de los precios de los servicios que en el desempleo inmediato”..

La segunda ola: inversiones multimillonarias que redefinen el juego

Mientras debatimos sobre el futuro del trabajo, se está produciendo una transformación silenciosa pero poderosa: La IA está experimentando una nueva ola de gasto de miles de millones de dólares, con más de 1.400 millones de dólares invertidos en centros de datos..

Brasil no se queda atrás. La Universidad Federal de Goiás está instalando supercomputadoras con chips Nvidia Blackwell B200, con una inversión de R$ 40 millones.Lo más impresionante: El Plan Brasileño de Inteligencia Artificial prevé R$ 23 mil millones hasta 2028 para ampliar la capacidad de computación.

Estas cifras no son sólo inversiones en tecnología: son inversiones en capacidad nacional, soberanía tecnológica y, fundamentalmente, en la creación de empleos calificados.

La paradoja de la infraestructura: concentración vs. democratización

Pero hay un lado oscuro de esta historia. Datos de la Universidad de Oxford indican que el acceso a la infraestructura informática está restringido a sólo 32 países, lo que pone de relieve la desigualdad geopolítica..

Esta concentración crea un nuevo tipo de colonialismo digital. Los países que no invierten en su propia infraestructura dependerán eternamente de potencias tecnológicas externas. Brasil, con sus iniciativas de supercomputación y su plan de 23 mil millones de rupias (R$), va por buen camino.

El lado oscuro: cuando la IA revela nuestros demonios

Si bien celebramos los avances, las últimas 24 horas también nos han traído sombríos recordatorios de los riesgos éticos de la IA. El chatbot de Elon Musk, Grok, se disculpó después de publicar mensajes violentos y antisemitas, incluidos elogios a Adolf Hitler..

Aún más inquietante: El Pentágono llegó a un acuerdo con la empresa de inteligencia artificial de Musk pocos días después del incidente del chatbot.Esto plantea preguntas profundas sobre la rendición de cuentas y la gobernanza de sistemas críticos de IA.

El incidente de Grok no es un caso aislado. La empresa ha enfrentado controversias previas debido a contenido falso y teorías de conspiración.Esto pone de relieve un punto crucial: La IA no es neutral: amplifica los sesgos y los problemas de los datos con los que se entrena..

Confianza bajo control: consumidor vs. creación artificial

Quizás por eso La investigación de Ipsos revela que el 62% de los consumidores brasileños prefieren campañas dirigidas por humanos, en comparación con solo el 22% realizadas por IA..

Esta resistencia no es solo conservadurismo, sino intuición. La gente se da cuenta de que hay algo fundamental en la creación humana que la IA, por sofisticada que sea, aún no capta: el contexto, la empatía y los matices culturales.

Jensen Huang y la honestidad brutal

En medio de todo este tumulto, una voz destaca por su honestidad: El CEO de Nvidia, Jensen Huang, admitió que “la transición a un futuro dominado por la inteligencia artificial será dolorosa”.

Huang no está siendo pesimista: está siendo realista. Sostiene que el crecimiento económico y la estabilidad social dependen del fortalecimiento de la industrialización nacional y de la valoración de las habilidades artesanales..

Esta perspectiva es profundamente humana: no todo el mundo necesita ser ingeniero de software para prosperar en el futuro. Huang propone que “no todos necesitarán un título de posgrado para prosperar”, reconociendo el valor del trabajo manual, artístico e interpersonal.

Aplicaciones prácticas: la IA como herramienta, no como sustituto

Mientras los debates apocalípticos dominan los titulares, las aplicaciones prácticas de la IA muestran un camino más matizado. Herramientas como Seamless.AI, Gong y Crystal Knows se están consolidando como ventajas competitivas en el sector comercial..

Para los contables, por ejemplo, Estas herramientas permiten ampliar la base de clientes, mejorar la argumentación en las reuniones y fortalecer las relaciones.La IA no está reemplazando a los contadores: está transformando la contabilidad tradicional en consultoría estratégica.

Otro ejemplo fascinante: La aplicación Fitlab Pro utiliza IA para ofrecer una pérdida de peso personalizada a través de dietas ajustadas en tiempo real.. Con más de 50 mil usuarios impactados, muestra cómo la IA puede resolver problemas reales de forma práctica y humanizada.

El futuro de la mente: la IA como espejo de la humanidad

Quizás la noticia más fascinante de las últimas 24 horas es sobre El modelo de IA Centaur, que predice con precisión las reacciones humanas utilizando datos de más de 10 millones de decisiones.

Este avance no es sólo tecnológico: es antropológico. Es posible modelar comportamientos relacionados con trastornos como la ansiedad y la depresión, permitiendo diagnósticos personalizados.La IA nos está ayudando a comprender mejor lo que significa ser humano.

Infraestructura global: la carrera silenciosa

Mientras debatimos sobre empleo, se está desarrollando una carrera silenciosa pero crucial: construyendo infraestructura de IAAmazon está construyendo un centro de datos del tamaño de 600 campos de fútbol.

Brasil necesita acelerar. Las propuestas de políticas nacionales sobre centros de datos esperan avances políticos, y hay Preocupaciones sobre la apertura de la instalación de centros de datos extranjeros sin contrapartes nacionales.

No se trata solo de un problema técnico, sino de soberanía. Los países que no controlen su infraestructura de IA dependerán eternamente de otros.

California y el futuro de la energía

Un ejemplo interesante de aplicación práctica proviene de California: Caiso aspira a ser el primero en América del Norte en implementar IA para gestionar cortes de energía.

El proyecto piloto utilizará el software Genie, que emplea IA generativa para análisis en tiempo real, optimizando la respuesta a cientos de cortes simultáneos.Aquí, la IA no está reemplazando a los humanos: está haciendo que los sistemas críticos sean más eficientes y confiables.

Calidad vs. Cantidad: La paradoja de los datos

Una lección importante surge de la Harvard Business Review: “Los datos de alta calidad pueden ser preferibles a los grandes volúmenes”.

Esto contradice la narrativa de que “los datos son el nuevo petróleo”. De hecho, Los datos erróneos pueden ser más dañinos que ningún datoEl futuro pertenece a aquellos que pueden recopilar, procesar y utilizar datos de forma inteligente y ética.

Tensiones geopolíticas: el caso Nvidia-China

Las tensiones geopolíticas en torno a la IA se hicieron evidentes cuando Nvidia anunció que reanudará las ventas a China tras la suspensión causada por las restricciones estadounidenses.

Esta danza diplomática demuestra que la IA no es sólo una cuestión tecnológica: es una herramienta geopolítica. El director ejecutivo Jensen Huang expresa optimismo sobre el potencial de la economía china, pero las restricciones estadounidenses revelan que la tecnología se ha convertido en un campo de batalla entre superpotencias.

El camino brasileño: el realismo estratégico

Ante este escenario, ¿cuál debería ser la estrategia de Brasil? En primer lugar, abandonar el alarmismoComo lo demuestra nuestra baja tasa de desempleo, el mercado laboral es más resistente de lo que sugieren los titulares.

Segundo, invertir en infraestructuraLos 23 mil millones de R$ del Plan Brasileño de IA son un buen comienzo, pero necesitamos acelerar la implementación y asegurarnos de no volvernos dependientes de la tecnología extranjera.

Tercero, centrarse en aplicaciones prácticasEn lugar de crear chatbots que alaben a Hitler, necesitamos una IA que resuelva problemas reales: atención sanitaria, educación, movilidad urbana, sostenibilidad.

Habitación, preparar nuestra fuerza laboralNo para ser reemplazada, sino para trabajar junto con la IA. La transformación será gradual y tenemos tiempo para adaptarnos, si actuamos con inteligencia.

Reflexiones finales: El futuro que elegimos

Después de 25 años trabajando con tecnología e innovación, aprendí que El futuro no es algo que nos sucede, es algo que construimos.La IA no es una fuerza incontrolable que diezmará empleos de la noche a la mañana. Es una herramienta poderosa que puede utilizarse para construir una sociedad más próspera y justa.

La paradoja de 92 millones de empleos perdidos frente a 170 millones creados no es una contradicción, sino una oportunidad. La pregunta no es si la IA transformará el trabajo, sino cómo gestionaremos esa transformación.

Jensen Huang tiene razón: la transición será dolorosa. Pero el dolor no es lo mismo que la destrucción. Es una señal de crecimiento, adaptación y evolución. Lo que necesitamos es... liderazgo responsable, inversión estratégica y, sobre todo, humanidad.

La IA no nos reemplazará. Nos potenciará. Pero solo si estamos preparados para aceptar el cambio sin perder nuestra esencia humana.

En mi trabajo de mentoría y consultoría, he visto a startups y empresas navegar con éxito esta transformación. El secreto no es resistirse al cambio, sino comprender que... La IA es una herramienta para mejorar lo que ya hacemos bienSi quieres entender cómo tu empresa puede posicionarse estratégicamente en esta nueva era, hablemos.


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