Blog Felipe Matos

El 621% de los trabajadores quiere automatizar tareas con IA: por qué esto revela el futuro del trabajo

19 de julio de 2025 | por Matos AI

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Mientras los debates sobre deepfakes y burbujas especulativas dominan los titulares, un estudio revelador pasa casi desapercibido: El 62% de los trabajadores estadounidenses quieren utilizar IA para automatizar tareas repetitivasEste hecho aparentemente simple esconde una profunda transformación que está sucediendo delante de nuestras narices.

La dualidad de la IA: entre promesas y trampas

Las últimas 24 horas han sido un retrato perfecto de la dualidad que marca nuestra relación con la inteligencia artificial. Por un lado, La IA de Apple detecta el embarazo con una precisión de 92% utilizando únicamente datos de comportamiento de los dispositivos. Por otro lado, Una pareja en Malasia viaja 300 km para visitar un teleférico que nunca existió, creado íntegramente por IA generativa.

Esta contradicción no es casual: revela el momento mismo en el que vivimos. La tecnología avanza exponencialmente, pero nuestra capacidad para discernir entre el uso productivo y la manipulación aún está en desarrollo.


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En mi experiencia acelerando startups, siempre he observado que las tecnologías más disruptivas pasan por una etapa de "adolescencia turbulenta". La IA no es la excepción.

Lo que realmente quieren los trabajadores

La encuesta de Grammarly a 2.000 profesionales estadounidenses revela información fascinante sobre cómo se recibe la IA en el lugar de trabajo:

  • 53 tareas repetitivas por semana — es lo que cada profesional realiza en promedio
  • 35% quiere automatizar los correos electrónicos, 34% organizando datos en hojas de cálculo
  • 49% prioriza la facilidad de uso en herramientas de IA
  • 76% cree que la IA será indispensable en las empresas en tres años y medio

Pero he aquí la paradoja reveladora: solo el 38% de las organizaciones de estos profesionales tienen una política clara sobre el uso de la IA. Esto crea una peligrosa brecha entre la demanda y la gobernanza.

Como alguien que ha visto muchas transformaciones tecnológicas, puedo decir que esta brecha entre adopción y regulación siempre crea oportunidades para quienes se posicionan correctamente.

Deepfakes y la erosión de la confianza

Mientras tanto, los casos de manipulación se multiplican. Un video falso de Neymar apoyando los aranceles de Trump Alcanzó las 160.000 visualizaciones antes de ser desmentido. La herramienta de moderación de Hive le dio un 99,91% de probabilidad de ser un deepfake, pero ¿cuántas personas verificaron esta información?

Cecilia Danesi, directora del Máster en Gobernanza Ética de la IA de la Universidad de Salamanca, hizo una acertada observación: "Si bien el fraude digital ya existía antes, las capacidades actuales permiten una replicación casi perfecta de voz e imagen".

No se trata sólo de un problema tecnológico: es un desafío de alfabetización digital que afecta los cimientos mismos de nuestra comunicación social.

El juego geopolítico en movimiento

Al mismo tiempo, Trump se prepara para anunciar directrices que flexibilizan las normas sobre IA, transfiriendo la supervisión del nivel estatal al federal. La medida, apoyada por gigantes como OpenAI, Meta y Google, busca "reducir las barreras regulatorias innecesarias".

En el otro lado del mundo, Los BRICS debaten cooperación en comunicación e IABrasil propone crear un instituto dedicado a la inteligencia artificial. Como señaló Braúlio Ribeiro, director general del EBC: «La inteligencia artificial puede ser sumamente beneficiosa siempre que tenga gobernanza global».

Esta polarización entre los enfoques regulatorios (la flexibilización en Estados Unidos, la búsqueda de gobernanza por parte de los BRICS) creará oportunidades distintas para diferentes mercados.

La burbuja que preocupa a Wall Street

Sobre eso, Los analistas advierten que la burbuja de la IA podría ser más grande que la de los años 90Torsten Slok, de Apollo Global Management, señala que las 10 acciones más grandes del S&P 500 se negocian con una relación precio-beneficio de 12 meses, mientras que el promedio del índice es de 25.

Las “Siete Magníficas” (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Tesla y Nvidia) valen 14 billones de dólares, lo que representa 311 billones del S&P 500. En el pico de la burbuja puntocom, las empresas más grandes representaban solo 221 billones.

¿Pero es realmente una burbuja? Previsiones para el segundo semestre del año Sugieren consolidación: el auge de la optimización de motores de respuesta (AEO), agentes de IA que se hacen cargo de las tareas de compra y una mayor integración de la IA en las operaciones comerciales.

Lo que esto significa para los emprendedores

Esta confluencia de factores crea un escenario único para quienes crean negocios:

PrimeroLa demanda de automatización inteligente es real y urgente. El 62% de los trabajadores no pide ciencia ficción: quieren soluciones prácticas a los problemas cotidianos.

SegundoLa confianza se ha convertido en un factor diferenciador competitivo. Las empresas que combinen eficiencia y transparencia tendrán una ventaja significativa.

TerceroLa fragmentación regulatoria global está creando mercados diferenciados. Brasil, con su posición en los BRICS y su tradición de regulación equilibrada, puede posicionarse como líder en IA ética.

En mi experiencia apoyando a miles de startups, momentos de incertidumbre como este siempre revelan las mayores oportunidades. La pregunta no es si la IA lo transformará todo; ya lo está haciendo. La pregunta es: ¿subirán a esta ola o se dejarán llevar por ella?

Navegando entre la publicidad y la realidad

Como lo expresó Fredi Vivas, de la Universidad de San Andrés: “La mayoría de los deepfakes aún presentan imperfecciones visibles, como rostros borrosos o desalineados, pero la tecnología está avanzando rápidamente”.

Esto nos recuerda que nos encontramos en una carrera entre nuestra capacidad de crear y nuestra capacidad de discernimiento. Quienes desarrollen un pensamiento crítico sobre la IA, tanto para aprovechar sus beneficios como para evitar sus inconvenientes, tendrán una ventaja competitiva duradera.

La IA no es una tecnología como cualquier otra. Es una metatecnología que amplifica nuestra capacidad de crear, pero también nuestra capacidad de engañarnos a nosotros mismos. Y en esta paradoja residen tanto el riesgo como la oportunidad.

En mi trabajo de mentoría, he visto a emprendedores que logran equilibrar esta ecuación prosperar de forma extraordinaria. No ven la IA como magia ni como una amenaza, sino como una herramienta poderosa que exige una responsabilidad acorde con su poder.

El futuro pertenece a quienes puedan navegar esta complejidad con sabiduría, creatividad y, sobre todo, un propósito claro respecto del impacto que quieren tener en el mundo.


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